¡Pasadme alguna! La posesión en el pádel

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Es un hecho: una pareja de pádel desequilibrada trae muchos problemas. El mayor de ellos es sin duda que el jugador que tiene mayor nivel disfruta de mucha menos posesión de pelota. Que no las huele, vamos. Y es que es habitual ver algunas ‘broncas’ entre parejas porque la ‘suerte’ siempre quiere que le vaya la pelota al compañero más malo de los dos. Esas casualidades son comunes en los partidos de pádel, y si ya nos metemos en torneos ni te cuento…

A nadie le gusta perder, pero aún menos quedarse sin jugar… Lo normal es que si estás jugando una pachanga no te preocupe tanto a quién le caiga la pelota, y suelas golpear donde mejor te venga, dependiendo de la jugada, tus características, la posición de los rivales, de tu compañero, etc. Pero en cuanto llevas un par de juegos sin opciones o viene algún punto decisivo, ahí no hay compasión: pelotas al malo.

Si estás en la posición de decidir a quién tirarle la bola, no te lo pienses. No haces nada ilegal, ni siquiera reprochable. ¿Por qué no se la vas a tirar a quién tú quieras? Tú no tienes la culpa del nivel de los demás, ni debes tener consideración por nada. Al final, esto es un juego y la pista contraria no es la tuya. Así que puedes elegir la estrategia que consideres oportuna.

Cómo evitar ser un espectador en la pista de pádel

Si por el contrario eres el bueno de la pareja y tu rival se las está llevando todas, tenéis que encontrar la manera de cambiar la dinámica, es decir, de ponerles lo más complicado posible eso de bombardear siempre al mismo. ¿Y esto como se consigue? Pues lo primero que podría funcionar es devolverles con la misma moneda: pelotas al malo.

A lo mejor no existe tanto desnivel en su pareja, y el malo de ellos es muy superior al vuestro, pero por algo se empieza. A partir de ahí, debéis buscar su lado más flojo, atacar siempre con el tipo de bolas que menos le guste (revés, globos, etc.) para que no puedan ellos ‘elegir’ el lado del compañero más débil.

Además, siempre que la jugada lo permita, podéis probar a que el jugador más fuerte se coma algo más de pista, sobre todo en las subidas a la volea. Intentad que sea él quien remate en la red, y si no consiguen pasarle por su lado, a lo mejor os podéis quitar la presión de esta manera.

Y por supuesto, no tengáis ningún miedo a jugar defendiendo. Cuando hay mucha diferencia de nivel, intentar jugar con las mismas armas y atacar cualquier bola suele ser un gran error. Centraos en devolverlas, aunque haya que repetir 50 globos seguidos, y sobre todo luchar todas las pelotas hasta el final.

De esta forma, más allá del resultado final, seguiréis mejorando vuestro nivel, y algún día seréis vosotros quienes ataquéis al rival más débil.

¿Cómo gestionáis este tipo de situaciones? ¿Sois de atacar siempre al más flojo de la pareja?

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