Cómo gestionar el estrés en el pádel

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El estrés deportivo se produce como consecuencia de un estímulo externo que se percibe como amenazador. Surge un sentimiento desagradable más por la percepción que el deportista tiene de la realidad que por lo que realmente está sucediendo. Y en ese momento, ya la tenemos liada. El estrés en pádel es muy común, sobre todo cuando estamos empezando o cuando tenemos algún partido importante a la vista.

El jugador llega a entrar en un bucle de pensamientos negativos y no es capaz de darse cuenta de los recursos reales que tiene para hacer frente a esas situaciones y solucionar los problemas concretos con los que se está encontrando.

Son situaciones que afectan el ánimo del jugador y que provocan nerviosismo que muchas veces no sabemos controlar. El estrés en pádel (y en general) no afecta del mismo modo a todo el mundo, depende de cada persona y de la manera que tiene de afrontar y enfrentarse a determinadas situaciones.

De hecho, sentir un poco de estrés jugando al pádel no es del todo malo e incluso potencia el rendimiento, entendiendo este estrés como que no te da igual lo que pase y has ido a pasar el rato, si no que te mantienes alerta y estás lo suficientemente motivado como para dar lo mejor de ti en la pista. Pero sin que genere ningún tipo de agobio difícil de controlar que nos provoque un estrés real y dañino.

El estrés está muy relacionado con el miedo al fracaso. Cuando comenzamos a jugar al pádel es lógico que nos acechen una serie de miedos de principiante, pero poco a poco estos temores iniciales deberían ir desapareciendo. Cuando ya tenemos buen nivel y nos apuntamos a torneos o competiciones, si no entrenamos bien nuestra mente para encarar esos retos, es muy probable que suframos situaciones de estrés que no nos ayudarán en absoluto.

Algunas de las situaciones más comunes que generan estrés en pádel son:

– Enfrentarse a rivales de mejor nivel. Nos ponemos nerviosos de antemano pensando que son mejores y nos van a dar a un baño y, lógicamente, esa actitud nos debilita.

– Ir perdiendo un partido. Por poco o por mucho, cuando encajamos unos cuantos puntos y no conseguimos enchufar ninguna al contrario nos empezamos a poner tensos.

– No dar una. El típico día malo que no te sale bien ni sujetar la pala. Ante esto es muy común que empiece un runrún en la cabeza, tu propia voz diciéndote cosas tan poco alentadoras como “eres un paquete”, “qué vergüenza estás dando”…

– Jugar en condiciones adversas. Cuando hace mucho frío o mucho calor, cuando llueve o hace viento, etc.

– Antes de un torneo o competición importante.

Para saber enfrentarse a estas situaciones insistimos en la importancia de un buen entrenamiento psicológico en pádel (tan fundamental como el físico, el técnico y el táctico).

Cómo evitar la tensión en la pista

Lo ideal es que prestemos constantemente atención al aspecto psicológico de cara a jugar, que en nuestras sesiones de entrenamientos haya un hueco siempre para la relajación mental, la meditación, la respiración… Así evitaremos con mayor facilidad las situaciones de estrés. Pero para cuando se den, vamos a ver algunas recomendaciones para saber cómo gestionar el estrés en pádel:

– Aprender a diferenciar entre factores internos y externos. Saber qué ocurre de verdad y que me estoy “inventando” por mi estado de nervios e intranquilidad. Discernir lo que es real o si mi cabeza me está jugando una mala pasada.

También aprender a relativizar y ver qué está en mi mano para mejorar una determinada situación y esforzarme entonces en ello, y que se escapa a mis posibilidades, que no depende de mi y entonces dejar de preocuparme por ello. Centrarnos en lo que podemos hacer.

– Prestar atención a la respiración. Es importante saber controlar la respiración para no entrar en un estado de ansiedad. Realizar respiraciones profundas para rebajar la tensión emocional y relajar los músculos.

– Lo vas a partir. Digamos que ese tiene que ser el pensamiento, tenemos que conseguir vernos como vencedores. Ya hablamos sobre la visualización en pádel y se trata de eso, de imaginarte campeón. Te dará mayor energía y fuerza para lucharlo.

– Evitar pensamientos negativos todo el rato. No sirve de nada revolcarse en el fango, no ayuda en absoluto a mejorar ninguna situación. Entre pensar en cosas malas sin parar o pensar en cosas positivas mejor las buenas ¿no? Es cuestión de decírselo a uno mismo.

Puedes apoyarte en tu compañero, es importante que exista una buena complicidad entre ambos claro. Si está igual, echad mano de algún chiste vuestro, de comentarios que os hagan relajaros y reír.

– Concentración: piensa en el partido, en golpear la siguiente bola que te lancen, en posicionarte bien en la pista. Intenta solo pensar en el juego y no hacer caso a lo que ocurre fuera de eso, ni siquiera anticipar qué pasará después. No te molestes en pensar nada más allá que en jugar.

Ya tenemos suficiente estrés en nuestra vida diaria como para tenerlo también en la pista de pádel. Disfrutemos jugando por encima de todo y así nos saldrán las cosas mucho mejor y no tendremos que preocuparnos por nada ;)

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