
El pádel es un deporte muy divertido, fácil de practicar y que engancha desde el primer momento. Además, los beneficios del pádel para la salud son muchos, tanto a nivel físico como emocional, porque te permite ponerte en forma pasándolo bien, ejercitando el cuerpo de manera paulatina para darle una buen dosis de energía, cargar las pilas, y sentirte mejor tanto por fuera como por dentro.
Beneficios físicos del pádel
– Jugar al pádel proporciona una notable mejora de la flexibilidad, agilidad y coordinación de movimientos.
– Mejora de los reflejos y la capacidad de reacción. Las jugadas en el pádel son muy rápidas, hay que estar muy atento a los movimientos de los rivales y a los del propio compañero. Los lances del partido ayudan a mantener la mente ágil y despierta, necesario para la lectura anticipada de las jugadas y para saber responder en cada momento del partido.
– Gran desarrollo de la psicomotricidad.
– Mejora del sistema cardiovascular, ya que el pádel es un deporte principalmente aeróbico que proporciona un entrenamiento del cuerpo en conjunto.
– Mejora del sistema cardiorespiratorio, oxigenando el cerebro y favoreciendo la transpiración del cuerpo.
– Practicar pádel nos ayuda a quemar calorías y tonificar el cuerpo para estar en plena forma.
– Conseguimos fortalecer diversos grupos musculares, tanto del tren superior como del tren inferior, que se trabaja intensamente en los partidos de pádel.
– El calentamiento en pádel antes de cada partido nos ayuda a preparar nuestro cuerpo para el ejercicio y a reducir el riesgo de lesiones.
Beneficios psicológicos pádel
– Como con la práctica de otros deportes, el ejercicio físico genera la segregación de endorfinas, lo que nos ayuda a eliminar el estrés, la tensión acumulada y las preocupaciones diarias. Cuando terminas de jugar te sientes mucho más relajado y con fuerzas renovadas.
– Gracias a que la técnica en pádel no es muy complicada, conseguimos ver la evolución en nuestro juego en poco tiempo, lo que nos ayuda a crecernos y mejorar nuestra autoestima a tener un alto grado de motivación y afán de superación para seguir progresando.
– Darlo todo en la pista de pádel y conseguir nuestros objetivos no es tarea sencilla. Jugando aprendemos a valorar el esfuerzo que supone querer dar lo mejor de nosotros mismos, una lección extrapolable a las tareas de nuestra vida diaria.
– La concentración durante un partido de pádel puede llegar a ser clave. Plantar cara a un partido adverso, ayudar a levantar el ánimo del compañero o saber encajar una derrota, refuerza valores como la madurez y el control emocional.
– El pádel es un deporte tremendamente social, que te da la posibilidad de conocer a un montón de gente con tu misma afición. Podrás disfrutar echando un partidillo y tomando algo después para comentar las mejores jugadas.
¿Has notado una mejoría en tu estado físico desde que juegas?
